Harry estaba precioso con ese niño en sus brazos, seguro que sería un padre estupendo, de esos que juegan los domingos con sus hijos, los ayuda con los deberes, o les deja hacer cosas a escondidas, el típico padre guay.
Se despidió de la mujer, le dijo que esperaba que todo le fuera muy bien y que si necesitaban algo, podía contar con él. Tras abandonar el hospital, decidió ir a casa de Daniela, hacía un par de días que no la veía y le echaba de menos.
Daniela abrió la puerta y le abrazó de la emoción, no se lo esperaba allí.
-¡¡¡¡Harry!!!!
Daniela vestía una camiseta vieja y unos pantalones cortos, ropa de estar por casa, sin embargo estaba guapísima.
-Amor, hace unos días que no nos veíamos, te echaba de menos. ¿Te apetece dar una vuelta?
-Eh, claro que sí, pero voy a arreglarme, ¿vale? Espera unos minutos aquí.
Se notaba a Daniela mucho más feliz, ya casi no se le notaban los hematomas, y su color de piel volvió a su tono bronceado, y no al pálido de días anteriores.
Harry abrió poco a poco la puerta de la habitación, intentando mirar cómo se cambiaba.
-Harry, por favor... -Le dijo Daniela tapándose rápidamente con lo primero que vio.
-Oh, venga, no seas tonta, que no es nada nuevo.- Respondió Harry riéndose.
-¡Serás asqueroso! .-dijo Daniela tirándole un cojín.- Bueno, ya que estás, ¿me ayudas a ver qué vestido me pongo?
Daniela empezó a sacar un par de vestidos y se los probó. Harry siempre decía que estaba preciosa, pero ella no estaba conforme.
-¿Qué tal éste Harry?- Era un vestido rojo ajustado, pero sin ser llamativo, discreto.
-Vaya. Bombón, están radiante, grrrr.
Se montaron en el coche, sin rumbo propuesto.
-¿A dónde vamos?-Preguntó Daniela.
-Pues ni idea, a donde nos lleve el coche.
-Estás loco Harry.
-Sí, pero las mejores personas lo estamos, tú también.
-Gracias entonces, supongo.
Ambos se rieron y se bajaron. Se encontraban en la playa, estaban solos, la tenían entera para ellos, así que se sentaron en la arena.
-Esto es increíble.
-Sí, la verdad es que es preciosa esta playa.
-No.. no me refiero a eso. Me refiero a lo nuestro. Nos odiábamos, nos conocimos.. no sé si me explico.. eh.. -estaba nervioso, apenas podía hablar- y ahora mira, en poco tiempo, menos de dos semanas, sí, menos de dos semanas, creo.. te has convertido en alguien imprescindible, en... mi otra mitad.
Somos prácticamente dos desconocidos, y sin embargo, es como si te conociera de toda la vida. Eres con la única persona que dejo de ser Harry de One Direction y soy simplemente, Harry Styles, un chico de 19 años de Holmes Chapel. Eres diferente, Daniela.
-Harry... -empezó a llorar y lo abrazó. - Te quiero muchísimo. No me dejes, ¿vale?
-Nunca lo haré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario